lunes, 17 de febrero de 2020

MUEVETE y haz deporte

MUÉVETE! Recuerda que el que mueve el cuerpo: Mueve el Corazón!. Así que no lo dudes !


¿por qué debemos hacer ejercicio regularmente? Porque nos ayuda física y mentalmente a prevenir lesiones y mejorar nuestro rendimiento cognitivo o mental.

Beneficios Físicos:
1) contra la Obesidad
2)Disminuye presión arterial o el colesterol
3)disminuye la perdida de masa ósea asociada a la edad
4)fortalece huesos y músculos, columna y articulaciones

Beneficios Mente:
1)segregamos sustancias químicas Endorfinas que previenen la depresión y aumentan la sensación de felicidad
2) disminuyes ansiedad y estrés
3)Incide positivamente en procesos de aprendizaje y memoria
4)Co menos estrés, mejora el sueño

¿cómo incluyo la actividad física en mi vida? como cualquier rutina, practica...haciendo ejercicio"
Cada persona es único, por eso es importante :
1)Adaptar el ejercicio a tus capacidades, lo que puedas hacer
2)Nuestros objetivos deben ser realistas
3) tienes que realizarlo bien; hay entrenadores y fisioterapeutas
4) Cambia pequeñas actividades en tu vida diaria. Por ejemplo, bájate una parada antes en el bus o sube escaleras 2 veces al día (empieza poco a poco!).

sábado, 1 de febrero de 2020

Carta a Margarita


CARTA A MARGARITA:

            Mi nombre es Margarita y mis apellidos son Bosque y Frondoso. Procedo de un lugar asqueroso de éste estercolero que llamaron mundo, donde creemos vivir civilizadamente.
Nací un día caluroso de un pegajoso mes de verano; entre mugre, gritos y mosquitos. Y, como todo hijo de un habitante de estercolero, crecí entre basura y escombros; y por no evitarlo, sigo rodeada de dichos confortablemente.
Cuando mi madre me dio a luz, lo hizo en un pequeño lugar a salvo de tanta contaminación, con la única razón de ponerme como nombre : Esperanza. Pero se hechó atrás en esta idea al observar la deformación que estercolero había causado en mí. Por tal motivo, decidió esperar tiempos mejores para engendrar otro ser más sano, a poder ser posible y para denominarle de dicho modo.
Mi madre falleció en tal intento, siendo yo aún niña y es por eso por lo que me llamo así y por lo que Esperanza nunca llegó.
A lo largo de mi vida he tenido algunos momentos repletos de felicidad. Recuerdo a mi padre narrando viejas historias de estercolero, cuando éste aún no se encontraba en su actual estado, mientras mi madrastra hacía lo posible por limpiar con saliva mi rostro.
Y mientras mi memoria va recorriendo los más oscuros y remotos lugares de mi cerebro, noto como mis ojos se van perdiendo en una estructura abismal, como escuchando esas hermosas palabras susurrar entre los labios de mi padre.
Hoy, mi padre ha muerto. Me he quedado sola en estercolero, con la única compañía que pueden suponer esos negros y patudos animalitos que papá denominaba escarabajos.
Supongo que nunca más podré escuchar esas fantásticas historias.
Parece imposible que papá haya muerto.

Creo que todavía estoy escuchando sus palabras…el, siempre decía que antaño el cielo era azul y no gris como ahora…que durante el día coexistían luz y oscuridad,…que la luz procedía de una gran bola roja y que la oscuridad, así mismo, emanaba de una blanca que engordaba y adelgazaba con asidua periodicidad. También me hablaba de unas cosas que él llamaba estrellas…y decía que brillaban en el cielo cuando reinaba la oscuridad.
 Y me explicaba que las aguas del gran lago salado, no estaban como ahora, cubiertas de plásticos y manchas negras, sino que eran claras como los ojos de mamá…y que el aire del viejo estercolero era limpio y se podía respirar, no como el de ahora que ha matado a papá y mamá…
…y recuerdo que papá decía que antes no habían escombros, ni basura…y que había mucha gente…y que todos eran felices; pero que habían también algunas personas que ensuciaban el viejo estercolero y que la culpa de que ahora esté sucio, la tenemos todos.
Papá sabía muchas cosas, pero papá ya está muerto y mamá murió antes que él. Supongo que pronto moriré yo también porque papá era muy fuerte y decía que yo no viviría mucho porque estercolero me había hecho débil y éste aire no era bueno.
Sólo me queda una cosa: Esperanza, pero como no me pusieron ese nombre, tampoco creo que me quede mucha..
¡Cómo me hubiera gustado vivir en el mundo de papá!