Hola, vengo a España. Estoy mejor». No ha recibido tratamiento, pero ya nota los efectos de una medicina, que no se dispensa en farmacias. Es etérea, pero tan beneficiosa que ha sido capaz de dibujarle la sonrisa que un día perdió. Desde que llegó este fin de semana a Málaga para ser tratada no ha dejado de recibir muestras de cariño, todo el que en sus 16 años de vida no ha tenido. Shalini Yadav ha vivido aislada, repudiada como si fuera un monstruo y alejada del ambiente escolar propio de su edad. Daba miedo a otros niños y no le quedó más remedio que refugiarse en casa. En esa soledad, aprendió inglés de forma autodidacta, viendo series americanas subtituladas en indio. Ahora le ha valido para expresar su felicidad por tanta generosidad.
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