LA ROPA y un adolescente!
Cada individuo es un mundo, pero generalizando, la mayor parte de los jóvenes y adolescentes se pone durante todo el año el mismo tipo de ropa "de normal"= Práctica. En ocasiones unos vaqueros y una camiseta constituyen sus piezas favoritas...y las mías o mucha gente más!. Desde luego a esta edad los gustos en ropa son diferentes, personalmente yo ahora estoy en esa edad en que un chandal es lo mejor y más cómodo!. Ah! es curioso pero si por casualidad una madre le regala a su hijo un sueter, este no se lo pondrá para ir a su instituto, IES: ¡Toda la clase se reiría de él!
No critiques su forma de vestir, simplemente es diferente, lo sabe y quiere manifestarlo. Aunque en ocasiones no lo haga de la manera más adecuada!
Si pretendes asesorarle, hará justo lo contrario si no lo haces correctamente. Estas características en la indumentaria se pierden a partir de los 25 años, ya que pasa a encontrar un equilibrio emocional y son menos sensibles a la imagen que los otros se hagan de ellos. Ya sabías que un hijo es para toda la vida, verdad?
En muchas ocasiones, con la ropa, la relacionamos con calidad y precio a la hora de elegirla, pero cuando éste último es excesivo, adquirimos la ropa más económica en detrimento de su calidad y eso es lo que pasa con algunas marcas:
El chaval quiere unos "calzoncillos 2P2". Para ser exactos tu imaginas que serán caros, pero no imaginas ni por asomo su importe. Y cuando por casualidad compruebas cuánto vale: ¡Te echas las manos a la cabeza!. Intentas dialogar con él para ver si quiere entender, pero te estiras de los pelos porque en realidad sin venir a cuento, te enteras de que lo que quiere hacer con esos calzoncillos es exhibirlos, dado que lo que prima (primaba en su día) era de sobresalieran dado el talle de los pantalones bajos.
¿Pero qué está pasando? El niño quiere una camiseta, marca "2P2" y el niño tiene esa camiseta valga lo que valga...y ¿eso es educar?? Eso es consentir, porque los valores que estás transmitiendo: ¿que puede hacer lo que quiera y pasar por encima de todo?. A priori esa aseveración está fuera de lugar, pero cuando te enteras que una madre ha pagado un montón por unas zapatillas KK y sin embargo ella se compra una sandalias en el mercadito, ¡No entiendes Nada!
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