En realidad existe una competitividad sana y otra que no lo es, la insana.
Con la primera, nos esforzamos y nos ayuda a dar lo mejor de uno mismo. Nos superamos y aprendemos de nuestros errores.
Con la segunda, lejos de ayudarnos, nos bloquea y nos genera ansiedad, agresividad e insatisfacción
En la competitividad sana, el esfuerzo depende de mí porque yo decido mi éxito, pero si juzgamos resultados, entran a jugar muchos más factores, como la suerte.
Es nuestra responsabilidad elegir qué tipo de competitividad aplicamos en nuestra vida.
Pero competir es bueno y no malo, siempre que mi cerebro entienda que compito conmigo misma, pero la sociedad en general no me ayuda a esto y a los pequeños tampoco.
En el cole, por ejemplo tu examen habla de tí!
En el deporte creo que todo el mundo juega para ganar o tal vez educaron alguna generaciónpara perder???
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