MÉDICOS Y MÁS
MÉDICOS.
En el
informe de alta, ponía: “fractura pélvica; fractura acetábulo comminuta con
desplazamiento de la cabeza femoral dcha; fractura ileopúbica derecha e
isquiopúbica izq; Diastasis importante de pelvis y acuñamiento L2; tetraparesia
de origen encefálico…y” no se que” pulmonar:
Como al
leer todo esto, no sabía que quería decir. Le pregunté al doctor y este se
limitó a efectuar un dibujo de la situación de mi pelves. Constaté más tarde y
en rayos, lo que decía el médico: ¡Me quedé sin palabras!.
Otro
día, en la consulta del médico también, debido a los fuertes dolores lumbares
que eran horribles puesto que no podía ni sentarme ni tumbarme, le pregunté al
Médico qué donde estaba ese acuñamiento en L2 y me dijo que precisamente estaba
en la zona lumbar.
En
realidad mi deambular por los médicos por los dolores, me ha llevado a conocer
dictámenes y dictámenes de lo más variopinto; desde una contractura muscular,
hasta comunicarme que lo mejor que puedo hacer es esperar a que remita.
Desde
luego tengo a los médicos en muy alta estima y tengo el convencimiento que
todos sus diagnósticos los hacen en pro de mejorar tu estado de salud, aunque
en ocasiones haya que leer el prospecto del medicamento y descartarlo tú por la
incompatibilidad.
NATACIÓN.
Mi gran
descubrimiento fue la natación. ¡En el agua, no me duele nada!, pero fuera de
ella sí y desplazarme hasta ella en ocasiones se convierte en una odisea.
¡Pero en el agua, no me duele
nada!
Me
obligué a ir a un cursillo de nadar, aunque ya sabía puesto que de pequeña
aprendí en la Piscina
de Valencia, pero quería obligarme a ir a la piscina dado que leí de lo muy
beneficiosa que es para gente que tiene problemas como yo. Actualmente voy dos
veces a la semana cuando puedo. Nadar se ha convertido en algo fundamental.
El ejercicio físico es elemental
para el cuerpo humano.
No sé
donde leí eso de que cuando realizar ejercicio físico, el cuerpo humano segrega
una hormona, la adrenalina y que esta actúa provocando cierta euforia en el
organismo. Creo que lo puedo constatar porque cuando regreso de la piscina a
casa, en ocasiones estoy silvando porque mi estado de ánimo es óptimo.
Reitero, el ejercicio físico es
fundamental para el cuerpo humano.
Hoy en
día hago una sesión de rehabilitación casi todos los días, la hago en casa tal
y como me la enseñaron en La Fe
.
Así todas las mañanas, después de desayunar y con ropa
cómoda hago dos sesiones; una de rehabilitación y otra de Yoga.
El yoga también fue un gran
descubrimiento.
Pero el
mejor ejercicio de todos y el que más me gratifica, cuando puedo, es caminar.
Empecé con itinerarios muy cortos, continué con desplazamientos por el barrio y
continué después con otros más extensos. Si me dolía la pierna a mitad de
camino, me sentaba y esperaba…después iba al médico. ¡He visitado muchos
médicos!.
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