domingo, 20 de julio de 2014

Juegos de Autoestima

LA AUTOESTIMA.

La autoestima es una disposición natural de uno mismo, es como una evaluación de tu mente y tu persona, pero sin evaluar conocimientos, ni habilidades, ni éxitos ni fracasos.
Tradicionalmente se han distinguido dos tipos de autoestima; la positiva y la negativa. Así puedes ser querido por todos y no quererte tu mismo, estamos hablando de autoestima negativa. Por el contrario, hablamos de una disposición de uno mismo hacia la consecución de un sentimiento de competencia para alcanzar confianza en uno mismo, estamos hablando de autoestima positiva.
La lista de comportamientos relacionados con la autoestima positiva, son:
_la forma de hablar y moverse de manera locuaz
_ser un individuo abierto y curioso
_la actitud de apertura y curiosidad fuerte a la experiencia
_el comportamiento asertivo y armónico
_La voz también es un buen indicador
La familia es verdaderamente significativa en el desarrollo de la autoestima.
Los niños que se sienten amados y aceptados tal como son, los que no se sienten continuamente cuestionados en su valor básico, poseen una inapreciable ventaja en la formación de autoestima.
La autoestima de un niño no se relaciona con la posición económica de su familia, ni con la educación, clase social, ocupación de los padres, ni otras cosas con las que se les suele asociar. Lo verdaderamente positivo es la relación existente entre el niño y los adultos que son importantes en su vida.
Así, por ejemplo, algunos niños emergen de su niñez, transcurrida con mucha opresión, con un sentido de “sí mismo” inalterado y con autoestima elevada.
Otros, por ejemplo, que provienen de un medio más protector, crecen dominados por las dudas y la inseguridad.
El niño que recibe invisibilidad en los primeros años de su existencia y se siente frustrado con las necesidades básicas (como el afecto), puede sufrir graves trastornos en su autoestima.

En la adolescencia, la autoestima suele caer en picado!.


JUEGOS DE AUTOESTIMA.

Con los juegos de autoestima, el objetivo principal que se persigue es desarrollar la confianza en sí mismo.

Buenas cualidades.
Hablar del hecho de que nosotros poseemos mejores cualidades como, por ejemplo, ser amables con los demás, ser honrados, etc.
Pídeles que digan buenas cualidades que descubren en la gente o que a la gente le gusta tener. Diles que no tienen que ser cualidades propias. Pueden ser que las admiren en otros y que les gustaría poseer.
Haz un coloquio o debate con los comentarios.

Algo bueno de mí.
Esta actividad se desarrolla en grupos de 4, la actividad consistirá en una lluvia de ideas, cuyas reglas serán las siguientes:
a)No se admitirán críticas sobre ninguna sugerencia que se haga.
b) cualquier idea es válida, sea factible o no.
c) Intentar conseguir tantas ideas como se pueda.
Explicarles que con frecuencia no pensamos o no nos acordamos de las cosas que hacemos o nos hacen sentir bien. Así, el día que nos encontremos con la moral baja o el día que todo nos sale mal, podemos poner en práctica aquello que nos hacía sentir mejor.
Lo que hay que hacer es lanzar tantas ideas como sea posible sobre cosas que los miembros familiares podrían prácticar para sentirse bien.
Coloquio.

Cosas que mejorar.
Se divide al grupo familiar en dos partes para que cada uno elija una persona de la otra mitad.
Explícales que las personas pasamos mucho tiempo pensando en las cosas que hacemos mal y que queremos cambiar. Sin embargo no solemos pensar en lo que hacemos bien o las cosas que nos gustan de nosotros mismos.
Pregúntales que por que creen que pasa eso.
Pide a cada uno que hable sobre una persona de la familia, tendrá un minuto par cada ello., después esta persona hablará de sí misma y comentará lo que le gusta de su forma de ser.

Agradecimientos.
Es curioso, pero siempre hablamos de las cosas que se hacen mal o corregimos a los chicos de algunas de sus actitudes negativas. Pero nunca damos las gracias o congratulamos por las tareas bien realizadas y es fundamental realizar esto último.
No tienen que ser grandes cosas. Lo importante es la intención y el reconocimiento y no la relevancia de la actuación. Anima a los demás para que actúen de la misma forma con aquellos a los que desearía decir algo.

AUTOCONCEPTO Y AUTOESTIMA.

Definimos el autoconcepto como la imagen que tiene cada individuo de sí mismo.
La autoestima es la parte evaluativa del autoconcepto.

Autoconcepto en la adolescencia.
Si algo caracteriza al adolescente es la búsqueda de la identidad.
El adolescente se suele percibir como un ser incomprendido y complejo. En sus descripciones, en las que recogen todos los aspectos, resaltan por encima de otras cosas los rasgos físicos, psicológicos y actitudinales.

La autoestima en la adolescencia.
La adolescencia es un momento de reajuste de la valoración que se hace el sujeto a sí mismo.
Durante esta etapa una de las teorías más importantes es el logro de la identidad personal o imagen ajustada de uno mismo en consonancia a unos valores y objetivos

LA ROPA.

Cada individuo es un mundo, pero generalizando, la mayor parte de los adolescentes se pone durante el año el mismo tipo de ropa. Así los chavales de hoy suelen ser muy prácticos, unos vaqueros y una camiseta constituyen las piezas favoritas. Desde luego a esta edad los gustos en ropa son diferentes y si por casualidad una madre le regala  a su hijo un sueter, éste no se lo pondrá para ir al instituto.; ¡toda la clase se reiría de él!
No critiques despectivamente su forma de vestir, simplemente es diferente, lo sabe y quiere manifestarlo. Aunque en ocasiones lo haga de la manera más estrafalaria!
Si pretendes asesorarle, hará justamente lo contrario si no lo haces correctamente. Estas características en la indumentaria se pierden a partir de los 25 años, ya que pasa a encontrar un equilibrio emocional y son menos sensibles a la imagen que los otros se hagan de ellos.
En muchas ocasiones, en la ropa, está relacionada calidad y precio a la hora de elegir atuendo, pero cuando este último es excesivo, adquirimos la ropa más económica en detrimento de su calidad. Esto nos puede pasar con algunas marcas:
El chaval quiere unos determinados calzoncillos “XXVV”. Para ser exáctos tú imaginas que serán caros, pero no imaginas ni por asomo, su importe.
Cuando por casualidad compruebas cuánto vale: ¡te echas las manos a la cabeza!.
Intentas dialogar con el chaval para ver si quiere entender, pero te estiras de los pelos porque en realidad sin venir a cuento, te enteras de lo que quiere hacer con esos calzoncillos es exhibirlos, dado que lo que priva hoy es que sobresalgan dado que los talles de los pantalones son bajos…



¿Pero qué está pasando?
El niño quiere una camiseta , marca  SXS y el niño tiene camiseta valga lo que valga…y ¿eso es educar?
Eso es consentir, porque qué valores se están transmitiendo: ¡que puede hacer lo que quiera y pasar por encima de todo?
A priori esta aseveración está fuera de lugar, pero cuando una madre te cuenta que su hijo tiene unas zapatillas OPO y sin embargo ella se compra sandalias en el mercadillo por ser más baratas.

¡No entiendes qué está pasando!

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