Instrumentos musicales:
De los sentidos a desarrollar , los primeros son la vista y
el oído. Sin lugar a dudas existen
multitud de juguetes musicales en el mercado para el pequeño, desde luego cuando
era bebé estaba rodeado de esos juguetes en la cuna. Ahora también tiene
bastantes juguetes musicales, pero para desarrollar también su creatividad
podemos confeccionar unos cuantos más junto a él, aunque el hará poco para
fabricarlo porque es pequeño aún, pero podrá manejarlo después.
_El Gong.
Material: tapadera, cuchara , cuerda, martillo y clavo.
Se hacen dos agujeros en el borde de la tapa, separados 8
cm, después se pasa una cuerda a través de los agujeros y anudamos sus
extremos. La cuerda sirve para sostener la lata.
Utilizaremos la cuchara como mazo para golpear el gong y
para obtener un sonido más suave se debe envolver con trapo la parte de la
cuchara con la que se golpea.
_El triangulo.
Material: Un trozo de tubería metálica, cuerda y cuchara.
El triángulo se sostiene por una cuerda, igual que un gong,
utilizar un pedazo de cuerda tres veces más largo que la tubería y pasar la
cuerda por el interior del tubo, anudando los extremos entre sí.
_El xilófono.
Material: Botellas o vasos y una cuchara.
Recoger varias botellas vacías del mismo tamaño y verter
agua en ellas hasta diferentes alturas.
A continuación golpeamos suavemente cada botella con la
cuchara: el sonido será distinto según la cantidad de agua que contenga.
_Zumbadores.
Material: cartón soporte de rollo de papel, papel
parafinado, goma elástica, peine y papel de seda.
Recortar un círculo de papel parafinado más grande que la
circunferencia del tubo y colocarlo tirante en uno de sus extremos. Sujetarlo
en su sitio con la goma elástica.
Cartar AAAA, en el extremo descubierto del tubo.
Un peine envuelto con papel de seda, es otro tipo de
zumbador.
_Maracas.
Material: envase de cartón redondo, cinta adhesiva, algunas
lentejas o arroz y dos palos delgados.
Poner las lentejas en el interior de los envases de cartón
tapados, luego hacer sendos agujeros en ambos extremos del envase y pasar por
los agujeros el palo que sea tan largo como dos veces el envase. Poner cinta
adhesiva donde sobresalga el palo.
Cosas de niños!
Después de un largo día de juegos con los niños, crees que
estarán cansados y cuando se vayan a la cama , rendidos dormirán. Tú, estás
agotada y crees que ellos también lo están. Nada más lejos de la realidad!
Cuando están en la cama, recapacitan, ya que no están solos y suelen pasar
cosas inverosímiles.
Tan increíbles, por ejemplo, como observar a una niña “dar lametazos” en la cara a otro
niño. Ante esto, le preguntas a la pequeña el porqué lo hace. A lo que ella
responde: porque es de chocolate. ¡Te dejan sin palabras al observar que
el niño es negro!
O cuando observas a los padres del único niño negro, que vienen a visitar a su hijo.
Le dices al niño que ahí están sus padres, señalándolos. A lo que el responde:
¿y cómo sabes que son mis padres?
la primera infancia.
Al
hablar de infancia algunos libros hacen referencia a un periodo largo de
tiempo, entre los 2-3 años y los 12 años. Durante estos años, los niños logran
una gran evolución tanto física como psíquica e intelectual y social. Así el
mundo de la infancia se divide en dos periodos, el de la primera infancia, de 3
a 6 años y el periodo de la infancia intermedia, de 7 a 12 años.
El
avance que marca el cambio fundamental entre el bebé y la primera infancia, es
la aparición de la función simbólica que se manifiesta en:
_ el surgimiento del lenguaje, ya que con el habla
intentará comunicarse.
_ el juego simbólico ,porque utiliza un objeto “como
si”..
_ la imitación diferida , dado que imita todo.
_el dibujo., con el que
también se ayuda a comunicarse.
Al hablar de
función simbólica y de representación , se refiere a la manipulación interna de
la realidad. A través de esta función el niño puede hacer que una cosa
represente o simbolice algo. Por ejemplo, muchas veces podemos observar a un
niño con una caja de cartón y haciendo
run, run... como un coche. Está jugando simbólicamente,a que la caja es un
coche.
Esta
etapa presenta unas características que ponen de manifiesto las dificultades de
entender la realidad que tiene un niño. Uno de los rasgos más significativos,
es el egocentrismo, que implica la incapacidad de distinguir el propio
punto de vista del de los demás.
Otras
características del pensamiento infantil son:
a) Realismo, si los niños consideran que las cosas
son lo que parecen ser. Por ejemplo,
cuando el niño cree que los nombres de las cosas no se pueden cambiar
porque vienen dados.
b) Artificismo,
si el niño que considera que los fenómenos físicos son producto de la creación
humana. .Por ejemplo, cuando creen que los lagos están hechos por los hombres.
c) Animismo, cuando opinan que la realidad es
animada y tiene conciencia. Por ejemplo, cree que la luna le sigue los pasos.
Así pues, con el animismo el niño considerará las cosas como vivientes y
conscientes.
de 3 a 5 años.
El
niño a los 3 años conoce bastante bien a sus padres y como ser inteligente,
hará todo lo posible para salirse con la suya siempre. El egocentrismo es
característico en los niños pequeños, hay que tener en cuenta que es natural que después de ser durante un largo periodo
de tiempo los primeros en todo, no quieren relegarse a un segundo lugar. Pero
deben asimilar con cariño, que no son el ombligo del mundo, aunque en realidad
en casa lo sean. A los tres años
, muchos niños ya van a la guardería, sino antes dado que los padres tienen que
trabajar. la guardería es buena para su socialización y para que se inmunicen
de todos los virus que van pululando por el mundo.
¡Es inevitable!
Una de las características de la actividad del niño de 3
a 6 años, es la individualidad del pequeño. No se ve a niños de esa edad
agruparse de modo espontáneo u organizar algún juego. Pero a esas edades,
contrariamente a lo que se cree, los niños saben lo que quieren hacer. El niño,
por ejemplo, sabe que quiere jugar con el agua, con su muñeco o con sus
construcciones.. Así cuando puede elegir actividad, se dirige sin vacilar hacia
lo que le gusta, pero también porque está acostumbrado a que elijan por él,
estará indeciso ante las distintas proposiciones.
El papel del adulto es de ser el inductor del juego y
además debe participar en él cuando se trata de un niño muy pequeño.
Es necesario que el ambiente del niño no exista ni
brusquedad, ni reproches, ni amenazas, ni castigos por las perturbaciones
futuras que pueden crear.
A los 4
años el niño entra en una nueva etapa evolutiva en la cual ha de aprender a
tener en cuenta y observar las normas sociales que se le imponen.
Podemos constatar históricamente el peligro que existe
hoy de ser excesivamente tolerante y permisivo con las pretensiones infantiles.
Entre esas normas debemos subrayar:
el respeto que el niño debe profesar a mayores
y
la obediencia a sus padres.
A esta
edad el niño habla con relativa dificultad. Es atolondrado y no demasiado
sociable. A los 5 años, se convierte en un charlatán y maneja los
objetos con destreza. Pero durante esta etapa, todavía necesita ayuda para
vestirse, aunque a los 4 años se viste con poca ayuda, pero necesita mucho
tiempo para hacerlo
En la
fecha de su quinto cumpleaños, son incapaces de permanecer sentados. Saben
muy bien lo que quieren y no se conceden un minuto de descanso. Una vez han
pensado un plan, lo llevan a cabo con pequeñas modificaciones. Ahora son
criaturas sociables que disfrutan estando juntos. El placer de la mutua
compañía y la excitación de los juegos pueden resultar tan intensos que a veces
olvidan el tiempo.
A esta edad una visita al supermercado o la panadería,
puede transformarse en una experiencia educativa.
Los
cuentos deberían emplearse con la misma estrategia que los paseos. Hay que
tomarse el tiempo necesario para contarlos y no hay que precipitar el final de
la historia. El niño interrumpirá el relato para hacer preguntas. El tiempo
dedicado a los cuentos debería ser un acontecimiento diario, un momento de
compañerismo entre padres e hijos.
Los niños con edad preescolar tienen una capacidad
especial para imaginar. Representa todos los papeles que se le ocurren e
imagina que un objeto es lo que desea. Por ejemplo, un cepillo es un teléfono.
Perder
el tiempo.
Padres e hijos
emplean el tiempo de diferente manera, y esto es causa de conflicto El niño
puede tardar eternidades en vestirse, comer y llegar cuando le llaman. Tiene
una tendencia innata a detenerse y contemplar absorto cómo el mundo desfila
ante sus ojos. Ante esta situación, no hay que reñirle. Las palabras de enojo
rara vez surten efecto.
Temores.
Ante una situación de temor del niño, una solución
sencilla sería en comentario: ¿no tendrás miedo de una cosa tan pequeña
verdad?. Todavía es peor avergonzarlo y burlarse de él, con el comentario:
Creía que ya eras un chico mayor. Cuando un niño está asustado por causa de un
trueno, etc, no supera sus temores si además teme perder el amor de sus
padres.. La compañía y unas palabras cariñosas surten mucho efecto. Es mejor
abrazarle y confortarle.
El mayor trastorno de un niño consiste en perder el
cariño de sus padres. Experimentan terror cuando se encuentran solos, en un
hospital, o un parvulario….Sólo ven la separación.
Las
palabrotas.
A los tres años, y especialmente a los cuatro, los niños
comienzan a usar palabrotas, porque así se sienten mayores y claramente
independientes. Ciertos padres los ignoran durante algún tiempo y cuando les
parece que ya han tenido suficiente dicen: basta ya. O buscan otras palabras divertidas
que sustituyan a esas otras.
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