CREO QUE HE TENIDO
MUCHA SUERTE.
Tras
tropezarte en la vida con una gran catástrofe…muchas cosas en tu vida cambian
de golpe y mucha gente, siempre con buena voluntad, te comenta: -Has tenido
mucha suerte!. En ese momento asientes con la cabeza y dejas pasar el tiempo.
Pero como tienes mucho tiempo y cuando estás mal es cuando más despacio
transcurre..como iba diciendo, al tener mucho tiempo para pensar cuando reparas
en la situación, te preguntas: ¿de qué he tenido suerte?, ¿de tener un
accidente?.
Supongo
que la gente no relaciona ambas preguntas, pero yo sí las relacionaba entonces
y no comprendía esa aserción. Aunque ahora, desde fuera, observo que he tenido
mucha suerte.
¡Estoy viva!
Y he tenido mucha suerte porque me intervinieron
relativamente pronto y porque una enfermera que iba a trabajar al Hospital La Fe , paró a socorrerme.
Le
estaré eternamente agradecida!
Sí, a
veces nos quejamos del funcionamiento de la sanidad pública española, pero
gracias a Dios; bajo el nombre que se le quiera dar, sin mención religiosa y gracias a la Seguridad Social :
Estoy viva!.
Creo
además que estaré toda la vida dando las gracias al personal sanitario de
cualquier hospital, a los médicos en especial, a la gente que es buena, a Dios
y a mi madre.
Sobre todo a mi madre que es también la razón por la cual
sigo en el mundo.
¡Nunca me abandonó!
EN EL HOSPITAL.
Mi
estancia en el hospital pasó de cama en cama y en “coma”. Mi accidente tuvo
lugar en Diciembre de 1991 y me dieron de alta para las fiestas patronales de
Valencia, Las Fallas.
Mi madre me ha relatado brevemente lo acontecido durante
mi estancia en coma; durante su relato, no he podido evitar llorar.
¡En realidad es un milagro que esté aquí!
Durante
mi estancia en coma, mi madre siempre estuvo a mi lado, me hablaba de Manolo,
mi perro y de los quehaceres cotidianos de la gente que estaba a mi alrededor.
Me ha
contado que antes de despertar del coma, ella observaba como yo movía los ojos
cerrados y que una vez despierta, preguntaba por ella. Seguramente porque
siempre ha estado ahí, hablándome.
En el
hospital, en un principio estaba en la
UCI , después me pasaron a planta con 4 ó 5 personas más por
habitación. Según mi madre en esa habitación estaban los enfermos terminales y
también estaba yo, en coma.
Pero fue
allí donde desperté, aunque por supuesto no recuerdo nada de mi estancia en el
hospital, dado que estaba sedada a todas horas puesto que mis huesos estaban
todavía fracturados.
Sólo
creo recordar 2 visitas en el hospital, dado los simpáticos regalos que me
ofrecieron: un peludo osito y un mono bailador.
Creo
también que fue durante este periodo cuando tuve un sueño con niños; corría y
reía junto a ellos!. O fue más tarde. No recuerdo.
Lo que
sí recuerdo es cuando salí del hospital al exterior, dado que en ese preciso
instante aterrizaba un helicóptero o despegaba, no sé.
También salí del hospital en silla de ruedas y sondada.
Silla con la que tuve que desenvolverme durante mucho tiempo, pero que fue
imprescindible en todos mis desplazamientos, salvo cuando iba en ambulancia.
De hecho
en comentarios posteriores escuché que “los médicos no daban un duro por mí y
que me vería postrada en silla de ruedas por vida”. Supongo que los médicos “no
se pueden mojar” mucho en los dictámenes , pero en ocasiones son demasiado
pesimistas.
Por
suerte, eso del dictamen lo escuché mucho después de poder andar!.
Así,
gracias a mi madre, que no tiró la toalla nunca, fui desplazada del hospital a
casa de mi familia una vez que se confirmó que ya no se podía hacer nada más
por mí en el hospital.
De mi
estancia en el hospital, como ya he dicho, no recuerdo nasda. Pero me han
contado cosas:
-
las múltiples visitas que recibí de personas conocidas mientras estaba
en la UCI.
-
Que la cocinera del hospital La
Fe , me visitaba para escuchar qué es lo que quería comer, ya
que me dolía al tragar por haber estado entubada tanto tiempo.
-
De que mi madre siempre estuvo allí, salvando alguna vez que se quedó
una amiga, Amparo.
-
Que me visitaban todos los días o casi todos; Jesús, Paqui y mi hermano
mayor Enrique…
En una visita al urólogo, años
después, me comentaron que me sacaban a pasear de la habitación, en silla de
ruedas por los pasillos del hospital. Yo no me acuerdo pero creo que me habría
gustado mucho, si me acordara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario